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MENORES EN GUERRRILLA.


Niños constituyen casi la mitad de los guerrilleros de Colombia, según un nuevo estudio realizado


BOGOTÁ. Aunque la intensidad del largo conflicto civil de Colombia ha disminuido en la última década, un nuevo estudio describe una tendencia particularmente devastadora: la guerrilla marxista y las bandas de tráfico de drogas están reclutando cada vez más niños por la fuerza. El estudio estima que más del 40 por ciento de los guerrilleros del país son niños. En 2001, las autoridades colombianas consideraban que esa cifra era de cerca del 30 por ciento.
Además, el informe indica que más de la mitad de los miembros de las llamadas bandas criminales: grupos de traficantes de drogas conformados en gran parte por excombatientes paramilitares de derecha que se desmovilizaron en el año 2000, son menores de edad. Esto se compara con una tasa de 40 por ciento de niños guerreros para los paramilitares ahora desaparecidos, señaló el informe.Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reclutan y secuestran activamente a menores para integrarlos a sus filas, según el gobierno. (Reuters)
El estudio de 120 páginas lanzado la semana pasada fue escrito por Natalia Springer, una colombiana experta en derecho internacional y derechos humanos. En ausencia de datos claros sobre el reclutamiento de menores, ella y unos 80 compañeros investigadores pasaron cuatro años entrevistando a casi 500 niños guerrilleros desmovilizados. Además de centrarse en los niños que portaban armas, el informe también estima que al menos 100 mil niños trabajan en la producción de drogas y otras facetas de la economía ilegal de Colombia.
"Esta es una emergencia humanitaria", sostuvo Springer en una entrevista telefónica con Diálogo. "El nivel de reclutamiento forzado de niños es muy alto".
Gobierno cuestiona conclusiones del estudio
Diego Molano, director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, una entidad del gobierno colombiano que se encarga de proteger a los niños, cuestionó la conclusión del informe de que el país tiene actualmente 18 mil niños guerrilleros, pero también admitió que el gobierno carece de cifras sólidas propias. "Lo importante es que ningún niño debería participar en el conflicto armado", expresó Molano a los periodistas.
Sin embargo, los grupos armados ilegales de Colombia siempre han incluido a muchos niños. Algunos son hijos de guerrilleras o de combatientes paramilitares, otros siguieron los pasos de sus padres, tíos o hermanos mayores.
Pero el ritmo de reclutamiento forzado de menores ha aumentado drásticamente a medida que los combatientes experimentados y los líderes de las pandillas de drogas son abatidos. Los comandantes rebeldes recurren cada vez más a los adolescentes e incluso preadolescentes para llenar sus filas, mientras que las bandas criminales han encontrado muchas ventajas en la utilización de niños en lugar de adultos.
También han encontrado un gran número de niños desesperados para alimentar sus filas. Aunque las estadísticas nacionales muestran una disminución en la tasa de pobreza de Colombia, muchas zonas rurales siguen retrasadas y aisladas, y fuera del control de las fuerzas de seguridad del gobierno. A pesar de las duras condiciones, los grupos guerrilleros y las pandillas de narcotraficantes a veces proporcionan a los jóvenes sin rumbo un sentido de poder y dirección, aunque sesgados.
Springer: Los niños a menudo son engañados para unirse a las FARC
Aún así, muy pocos niños en estos días ingresan por su propia voluntad.
En varios departamentos del sur, indicó Springer, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) obligan ahora a cada familia a entregar a la organización rebelde al menos un hijo o una hija. La edad mínima para pertenecer a las FARC solía ser de 14 o 15 años, pero ahora Springer afirmó que esas directrices han sido modificadas y la edad promedio de los niños reclutados es de 12 años.
En uno de los casos recientes más osados los rebeldes de las FARC irrumpieron en mayo en una escuela del sur del departamento de Putumayo y obligaron a 13 estudiantes a adentrarse por la fuerza en la selva. Los estudiantes tenían entre 10 y 15 años de edad.
"Engañaron a los estudiantes prometiéndoles una mejor vida y luego se los llevaron", informó la política colombiana Gloria Inés Flórez sobre el secuestro masivo.
En su informe, Springer citó a un niño exguerrillero, a quien llamaban Juan, el cual decía que se unió a las FARC a la edad de 10 años. "La guerrilla nos preguntó de qué lado estábamos", dijo Juan. "No quería unirme a ellos, pero vamos, no se les puede decir 'no' a esas personas".
ONU insta a Colombia a hacer más para combatir el fenómeno de los niños guerrilleros
Los niños como Juan proporcionan varias ventajas a los grupos armados ilegales. Se les puede lavar el cerebro fácilmente y se adaptan rápidamente a las exigencias físicas de los combates en las montañas y selvas. No les pagan sueldos y no tienen forma de protestar. A menudo son hijos e hijas de trabajadores migrantes empobrecidos a los que no se les echa de menos cuando desaparecen, señaló Springer.
Los narcotraficantes, a su vez, a menudo dependen de jóvenes porque, cuando son sorprendidos, pasan por el sistema de tribunales juveniles más indulgente, lo que significa que las autoridades enfrentan muchas más restricciones cuando se trata de cuestionar a los niños. Además, indicó Springer, es más difícil para las autoridades obtener acceso e información de niños miembros de pandillas porque las fuerzas de seguridad del gobierno tienen prohibido utilizar menores para infiltrarse en organizaciones delictivas.
La investigación de Springer se suma al informe de las Naciones Unidas publicado en mayo que insta al gobierno colombiano a hacer más para separar a los niños de los grupos armados ilegales del país.
El informe de la ONU sostiene que la guerrilla suele reclutar niños en las zonas rurales, mientras que las bandas criminales se centran en las zonas urbanas. Indica que incluso niños de hasta 8 años de edad han sido forzados a unirse a sus filas, y que varios niños con uniformes de las FARC estaban entre los muertos en bombardeos militares recientes a campamentos rebeldes.
Los niños forman una "gran parte" de la red de tráfico de cocaína
"Las FARC utilizan a los menores para fabricar y sembrar minas terrestres, comprar medicinas y llevar a cabo misiones de inteligencia", indicó el informe de la ONU. Añadió que el abuso sexual es rampante y que las niñas, que conforman el 43 por ciento de los niños reclutados, a menudo se ven obligadas a abortar después de quedar embarazadas.
Springer sugirió que los colombianos pueden estar pasando por alto el problema de los niños guerreros, debido en parte a que los rebeldes se han debilitado por una ofensiva militar, mientras que las bandas criminales son menos potentes y violentas que los cárteles de Medellín y Cali que dominaron el comercio de narcóticos ilegales en los años 80 y 90.
"Puede existir la impresión de que la guerra ha terminado, pero yo no lo creo", sostuvo Springer.
De hecho, dos de las principales organizaciones guerrilleras del país, las FARC y el ejército de liberación nacional, ELN, no están cerca de la derrota y han intensificado sus ataques en los últimos tres años. Mientras tanto, las bandas criminales siguen traficando grandes envíos de cocaína. Los niños, dice Springer, son "una gran parte de esta dinámica"

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