RUSIA NO QUIERE UN PATIO TRASERO

Putin pide más mano dura a Yanukovich

Rusia no quiere un felpudo en su patio trasero.  Moscú mantuvo un pulso con la Unión Europea para acercar a Ucrania a su órbita. Este acercamiento  tiene un precio: 2.000 millones de euros y una exigencia no doblegarse ante las reclamaciones de la población y Europa.

"Necesitamos socios que estén en forma y que las autoridades en Ucrania sean legítimas y eficaces para que la gente no pueda 

El ministerio de Interior ha ordenado la entrega de armas de combate a los efectivos de la policía para su uso durante los violentos disturbios que han estallado de nuevo en Kiev, de acuerdo con la legislación vigente. Es lo que llaman la lucha antiterroista. Una delegación rusa ya está en Rusia para negociar y el gobierno ha pedido a la gente que permanezcan en sus 

lpudo para limpiarse los pies", afirmó Medvedev ante el gobierno.

Estas duras palabras ponen contra las cuerdas al presidente ucraniano Yanukovich que sabe que Rusia es su único socio económico y estratégico por lo un portazo de Putin conduciría a Ucrania al aislamiento justo a las puertas de una guerra civil y cuando el país está más quebrado y dividido que nunca.

“El poder debe concentrarse en la defensa de las personas y  de las fuerzas de seguridad que preservan los intereses del Estado". Estas palabras no dejan lugar a la interpretación. El poder con más poder se retiene.

Secuestro de edificio, quema de comisarías, robo de armas…para el Kremlin estas acciones son un “golpe de Estado” contra su vecino y socio. Un día después, habla ya de que “los extremistas persiguen el estallido de una guerra civil.”

En ruedas de prensa y declaraciones oficiales Moscú se ha limitado a subrayar que “apoyaba el diálogo entre las fuerzas políticas civilizadas”. De puertas hacia dentro, el discurso es otro. Observadores y analistas saben que la sombra de Moscú planea sobre las decisiones de Kiev. Se han encontrado municiones y militares rusos en la protestas Maidan, pruebas que no evidencian la participación de Rusia en la represión pero que tampoco se pueden excluir. Rusia no puede dar la espalada a su socio y quizás no sea el momento para una implicación directa de Rusia. Para la analista Natalia Shapovalova, “las palabras de Medvedev son un declaración pública y una advertencia a Yanukovich: Hay que introducir el estado de emergencia y eliminar las protestas, cueste lo que cueste.

Solo unas horas ha durado la tregua en Ucrania. Después de una noche en relativa calma, con la salida del sol han vuelto los enfrentamientos a la plaza de Kiev. A primera hora de la mañana, la tensa calma se rompió cuando varios manifestantes lanzaron cócteles molotov y la policía respondió con disparos. La que iba a ser una jornada de tregua se ha convertido en una verdadera batalla campal que recuerda una vez más lo dividida que está la sociedad ucraniana.

caras.