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EL COMUNISMO CHINO


El secreto para triunfar en el Partido Comunista Chino

Hay muchos escalones en la ruta para la sucesiĆ³n china.
El Partido Comunista Chino estĆ” a punto de presentar a la que serĆ” la prĆ³xima generaciĆ³n de lĆ­deres del paĆ­s, de los cuales la mayorĆ­a serĆ”n polĆ­ticos que han conseguido escalar a travĆ©s de sus filas. Pero, ¿cuĆ”les son los secretos del Ć©xito en uno de los sistemas autoritarios mĆ”s rĆ­gidos del mundo?

Empezar joven

La edad es muy importante en China, y si no has sido seleccionado para ocupar un alto cargo antes de alcanzar los 25 es probablemente demasiado tarde.
Los dos hombres que estƔn llamados a convertirse en presidente y premier, Xi Jinping y Li Keqiang, se afiliaron al Partido a la misma edad, 21 aƱos, y nunca trabajaron fuera de las filas comunistas.
En la actualidad se expone a los niƱos a la polĆ­tica incluso antes, concretamente a los seis aƱos, que es la edad a la que comienzan a llevar el paƱuelo rojo de los JĆ³venes Pioneros. La educaciĆ³n polĆ­tica formal no empieza sin embargo hasta los 14, momento en el que candidatos cuidadosamente seleccionados se unen a la Liga de JĆ³venes Comunistas.
Los muchachos mƔs prometedores pueden convertirse en miembros del Partido a los 18.
Para poder afiliarse hay que escribir una carta de presentaciĆ³n a la cĆ©lula local, ser aceptado en un grupo de estudio, someterse a un exhaustivo examen ideolĆ³gico y ser aceptado como miembro a prueba. El Ćŗltimo paso es una ceremonia formal frente a la bandera – un martillo y una hoz amarillos sobre fondo rojo – donde se jura fidelidad.
"Es una experiencia emocionante", segĆŗn un miembro femenino que no quiso dar su nombre. "En China ni siquiera juras en tu boda, asĆ­ que unirme al Partido fue mi Ćŗnico juramento", agrega.
Los niƱos chinos se ven expuestos a la polƭtica desde muy temprano.
Pero unirse al Partido no es fĆ”cil. En 2011 22 millones de personas aplicaron y solo 3 millones fueron aceptadas. El total de miembros creciĆ³ hasta 83 millones, lo que lo convierte posiblemente en el mayor "club privado" en el mundo.
Son muchas y diversas las razones por las que la gente quiere formar parte del Partido. Estar dentro trae consigo estatus y privilegios, como acceso a informaciĆ³n restringida, trabajo en el gobierno, y la oportunidad de conocer a gente que puede ser de ayuda en las aspiraciones laborales futuras.
Para otros, unirse a las filas comunistas es un sacrificio con el que se contribuye a la mejora del futuro del paĆ­s.
"Formar parte del sistema demuestra que fuiste un buen estudiante y que te mantuviste cerca del poder", asegura el mismo miembro del partido. "DespuĆ©s, es el miedo a la exclusiĆ³n lo que hace querer unirse".

Elegir una facciĆ³n

El factor mĆ”s importante en el ascenso dentro del partido es el llamado patrocinador o kaoshan en chino, que significa "montaƱa en la que se puede confiar".
"Si tienes un patrocinador que pueda colocarte en la cola para un puesto cuando eres joven, antes que los demƔs, entonces estas llamado a la grandeza", dice Minxin Pei, del Claremont McKenna College.
Para los hijos de los altos funcionarios es mĆ”s fĆ”cil, ya que cuentan con la ayuda y la protecciĆ³n de la red de contactos de sus padres.
Cerca de la mitad de los lĆ­deres chinos pertenecen a esta categorĆ­a, y son conocidos como "principitos" debido a su privilegiada educaciĆ³n.
El Partido Comunista Chino es dueƱo de todas las decisiones polƭticas que se toman en el paƭs.
Otra facciĆ³n importante la forman los tuanpai, gente como el presidente Hu Jintao, que se formĆ³ en la Liga de JĆ³venes Comunistas. Lostuanpai provienen de orĆ­genes humildes y generalmente estĆ”n mĆ”s pendientes de los asuntos de la gente comĆŗn como los subsidios de vivienda o los ingresos en el campo.
Durante los Ćŗltimos cinco aƱos estos dos grupos han librado una batalla por los mejores puestos de la nueva generaciĆ³n de altos mandos.
"No se trata tan solo de dos bloques que se contraponen el uno al otro", seƱala Steve Tsang, de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido. "Hay muchas cosas en juego en cuestiĆ³n polĆ­tica y tambiĆ©n muchas ambiciones personales. Uno intenta formar alianzas y convencer a la gente de que lo que puedes ofrecer tĆŗ es mejor que lo que ofrecen los demĆ”s".
Los medios chinos, censurados, no airean este tipo de batallas. Cuando surgen, los rumores hablan sobre una implacable cultura polĆ­tica.
Ling Jihua, un aliado cercano de Hu Jintao, parece haber perdido puntos despuĆ©s de que su hijo muriese en un accidente de trĆ”fico – supuestamente conduciendo un Ferrari y con dos mujeres semidesnudas acompaƱƔndolo.

Estudiar la moral

A lo largo de la historia china se ha esperado que sus lƭderes gobernasen con un profundo sentido del deber moral. Asƭ que aunque el partido, al igual que los emperadores antes que Ʃl, crea que tiene un incuestionable derecho a gobernar, tambiƩn considera que tiene el deber de gobernar de una forma justa.
El paĆ­s posee una larga tradiciĆ³n de ensalzamiento de los buenos funcionarios, cuya devociĆ³n y sacrificio es visto como un modelo pĆŗblico a seguir.
Actualmente, los miembros del gobierno tienen que demostrar a sus superiores que son capaces de gobernar. EstƔn ademƔs sujetos a exƔmenes anuales donde factores como el crecimiento del Producto Interior Bruto, los ingresos fiscales y la estabilidad en las Ɣreas que gobiernan son elementos clave.
A nivel local el Partido ha permitido cierto tipo de elecciones, aunque los candidatos que tienen el apoyo del gobierno generalmente ganan. Algunas promociones de funcionarios de alto rango son tambiĆ©n sometidas a consulta pĆŗblica.
El "abuelo Wen" se ha ganado la fama de ser un mandatario humilde y cercano al pueblo.
Estas medidas ayudan al Partido a afirmar que posee legitimidad pĆŗblica, pero la mayor parte de los chinos dirĆ­an que es su exitoso manejo de la economĆ­a la principal razĆ³n por la que deberĆ­a seguir en el poder.
Los funcionarios tambiƩn tienen que dar una imagen de humildad y recordar una frase que sirve de guƭa para el Partido, la de "Servir a la gente".
El premier saliente Wen Jiabao se ha convertido en una de los lĆ­deres mĆ”s populares del paĆ­s debido a su habilidad para conectar con la gente de a pie. DespuĆ©s de cada terremoto, deslizamiento de tierra o inundaciĆ³n el "abuelo Wen" –como se lo conoce popularmente- aparece rĆ”pidamente en escena, charlando con la gente y dispuesto a ayudar.
Aunque sus crĆ­ticos aseguran que es solo una fachada, la aparente humildad del mandatario le ha hecho ganarse el respeto de muchos.

No alardear

A medida que la economĆ­a china ha ido creciendo la corrupciĆ³n al mĆ”s alto nivel se ha convertido en la mayor causa de crĆ­ticas contra el Partido.
Es imposible calcular a quƩ escala se produce, pero se cree que funcionarios corruptos del gobierno han sacado US$ 120.000 millones del paƭs desde mediados de los 90.
Hay quejas ademĆ”s en relaciĆ³n con los "extras" oficiales, como banquetes, cuentas de gastos y presuntuosos regalos, que se han convertido en una importante fuente extra de ingresos.
El Partido ha respondido aplicando mano dura a los culpables mƔs descarados, y asegura que decenas de miles de personas han sido castigadas.
Pero los crĆ­ticos afirman que este tipo de campaƱas son a menudo propaganda, y el Partido sabe que debe tolerar gran parte de la corrupciĆ³n debido a la enorme cantidad de gente implicada.
Las acusaciones de corrupciĆ³n han acompaƱado al imponente crecimiento econĆ³mico chino.
"Si empiezas, ¿dĆ³nde paras? Todo el mundo estĆ” implicado", asegura Richard McGregor, autor de "El Partido".
El resultado de todo esto es que los altos funcionarios y los empleados de empresas estatales pueden enriquecerse, pero no deben mostrarlo abiertamente.
El exfuncionario Yang Dacai lo sabe muy bien. Fue despedido este aƱo despuĆ©s de que una campaƱa en internet sacase a la luz la cantidad de relojes de lujo que poseĆ­a y despuĆ©s de que le gente se preguntase cĆ³mo se los podĆ­a permitir, con tan solo el sueldo de un gobernador de provincias.

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